``Hasta tal punto [Picarte] era además desinteresado y servidor, que ha llegado una vez a dejar un empleo lucrativo por cedérselo a un amigo a quien creyó más necesitado.'' (Anales, Tomo XV, 1858)
``Un argumento en favor de utopías que parezcan irrealizables, es que la organización social actual parece una utopía; de absurdo, de sufrimiento, de desigualdad, tan irracional e inverosímil; y sin embargo, hasta eso ha podido realizarse!'' (Carlos Vaz Ferreira)
Hay personas para las cuales no existe la tranquilidad después del triunfo. Recordemos a Picarte padre, que después de conquistada la independencia nacional, continuó una agitada vida luchando por sus ideales liberales. Ramón hijo tampoco descansó luego de su triunfo científico: miles de proyectos que podrían ser de provecho para su país y compatriotas estaban en su agenda.
En 1862 Picarte volvió al país. En Octubre se incorporó oficialmente a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Permaneció allí como miembro académico sin hacer docencia hasta principios de los 90, asistiendo regularmente a los eventos de la Universidad.30
Completa también, durante este período, su estudios de leyes, que había suspendido en 1843 para dedicarse a las matemáticas. El 2 de mayo de 1863 obtuvo su grado de Bachiller en Leyes acogiéndose a un decreto que favorecía a su promoción del Instituo Nacional,31 y dos años más tarde, el 8 de julio de 1865, se graduó de Licenciado en Leyes.
Su curiosidad y actividad científica seguían vivas: patentó a fines de la década del 60 tres inventos: la bomba-sifón, el sifón a vapor, y las bombas impelentes a vapor.32
Sin embargo, son las cuestiones del bienestar social las que consumían sus mejores energías durante este tiempo, y es en lo que nos detendremos en este capítulo. Ideó, organizó e impulsó diferentes sociedades cooperativas de artesanos y trabajadores en Santiago; intentó implementar sociedades comunitarias de ayuda y bien común; desarrolló y difundió una ingeniosa teoría sobre ellas; finalmente se estableció en la zona de Chillán donde trabajó afanosamente en estos proyectos.
¿Que llevó al famoso matemático a dedicarse a estos menesteres? La inclinación al bien social no era nueva en él. Por confesión propia y de sus amigos, la idea del bienestar común y el alivio de la pobreza -que él y su familia vivieron en carne propia- son ideas que Picarte arrastraba desde hacía mucho tiempo.33 En Europa conoció de cerca los esfuerzos que allá realizaban distinguidas personalidades intentando resolver el problema de la felicidad pública, que como afirmaba Charles Fourier, primo del famoso matemático J. Fourier, ``hasta ahora ha sido un escollo insuperable para las ciencias políticas y morales [...] El sólo aspecto de los indigentes que llenan las ciudades nos demuestra que los torrentes de luces filosóficas no son sino torrentes de tinieblas.'' El mismo Fourier se preguntaba: ``¿Por que fatalidad las ciencias modernas, que han alcanzado una perfección gigantesca en la física y en las artes [geometría] han permanecido pigmeas en la ciencia bastante secundaria de la política?'' y se proponía aplicar las metodologías que tanto éxito habían dado en las ciencias exactas para buscar la armonía social.34 Esta teorías resulta(ba)n extremadamente atractivas para una matemático con inclinaciones sociales.
De estas experiencias Picarte elaboró una interesante y original teoría aprovechando las condiciones nacionales. En efecto, en su memoria de incorporación a la Universidad, Importancia de la Institución de Seguros de la Vida, y proyectos sobre el particular que son susceptibles de establecerse en Chile35 plantea: ``si este horrible estado de cosas [la miseria] es una necesidad en esa triste civilización europea que sólo se sostiene con la pobreza i el egoísmo, en América, continente de Repúblicas nuevas, i en Chile especialmente donde todavía no se han formado o no tienen consistencia las arterias de torpe especulación, sería una eterna vergüenza si pudiendo hacer algo útil a este respecto [la asociación], no lo realizáramos.'' En esta memoria expone las bases ``científicas'' de su futuro programa social en Chile. Después de señalar algunas organizaciones de este tipo que funcionaban en Europa (``es un hecho matemáticamente probado que son posibles''), pasa a explicar por que no son deseables como están (``son muy raros los que estén organizados en vista del interés general''), y saca, ``con un cálculo a la vista'', la conclusión de la factibilidad de su implementación en Chile en una versión social. Así les habló a sus colegas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas:
``He aquí el problema que he querido resolver: Hallar algún medio práctico que permita al hombre pobre pero trabajador, el asegurar con economías a su alcance, un porvenir a su familia sin el temor de su muerte prematura, y un porvenir a si propio que le de una vejez honorable y sin inquietud por el pan cotidiano''.
``Desde que tomé conocimiento de las teorías de los seguros de vida, vi que este problema estaba en gran parte resuelto, por lo menos teóricamente. Al pensar en los medios prácticos que permitiesen su introducción entre nosotros, he necesitado modificar notablemente, las reglas deducidas de la pura teoría.''
Las grandes tablas que anexó a su trabajo, los minuciosos detalles que contienen, y una inmensa cantidad de cálculos, convencieron a Picarte de la factibilidad de llevar a cabo estas empresas. Este proyecto marcaría su actividad durante los siguientes años:
``Señores, es un hecho que hay en nuestra capital un gran número de trabajadores en quienes se encuentran las condiciones de edad, salud y que pueden con mucha facilidad ahorrar diariamente 5 y medio centavos. Creo también que es un hecho el que este proyecto puede ser muy útil y que será fácil realizarlo. En consecuencia, mientras no se me pruebe con verdaderas razones el que me hallo equivocado, creo que tendré derecho para deciros: MANOS A LA OBRA, ayudadme.''Probablemente de nuevo pocos le creyeron. También, seguramente, los aplausos formales con que finalizan estos eventos le impidieron a sus colegas universitarios escuchar completamente su dos últimas frases: ``Espero tener el gusto de volver sobre esta misma materia el día en que se plantee esta asociación. Entonces se prodrá con gusto moralizar sobre ella.''
Picarte no sólo era un distinguido intelectual; era también un hombre de acción. En 1863, logró organizar una sociedad de sastres y otra de zapateros en Santiago. Sin embargo no es sino hasta 1864 que pudo abocarse a su plan maestro: la Sociedad Trabajo para Todos, una sociedad de consumo y producción, sociedad de socorros mutuos y caja de ahorros del pueblo, organizada de acuerdo a sus cálculos y teorías. El folleto que hizo circular indicaba que la sociedad procuraría alimentos sanos y baratos, suprimiendo intermediarios en las compras, trataría de reducir los gastos de habitación mediante el arrendamiento por la sociedad de varias propiedades que serían subarrendadas a los socios a bajo precio; también proporcionaría trabajo a sus miembros alentándolos a que produjeran diversas clases de artículos y fomentando el intercambio de productos entre ellos. Una vez que la Sociedad proporcionara beneficios, ampliaría el radio de sus actividades, incluyendo socorros mutuos, ahorro y construcción de viviendas populares entre otras. Para conseguir los capitales necesarios para el impulso inicial, Picarte esperó por un largo tiempo, todos los días de 12 a 3 de la tarde en su oficina de los altos del Portal Tagle, a quienes quisieran apoyarlo en la realización del Proyecto. No es difícil imaginar los resultados. Al igual que sus sociedades de artesanos, éste proyecto fracasó, según indican los periódicos de la época.36
Picarte no desfalleció.
En su afán de servicio público, en 1865 obtuvo su título de Abogado con una memoria sobre bancos de emisión. Expone allí la necesidad de organizar nosotros mismos nuestro crédito público ``para que realmente seamos una nación soberana''. Y agrega:
``Sólo se necesita que lo queramos, que nos creamos ya hombres capaces de ser tales; que dejemos pronto esa tristes preocupaciones que nos hacen mirar con cierto respeto lo que viene de esa caduca Europa.''37
Usó su condición de abogado para ayudar a los más necesitados, ofreciendo sus servicios gratuitamente, como lo prueban los diarios de la época. En esta misma dirección está la serie de folletos, de los cuales sólo nos ha llegado su Tratado de los principales derechos que consagra el código civil chileno, puestos al alcance de las personas que no están versadas en las leyes.38
Se radicó a mediados de la década del 60 en San Carlos, y luego en Chillán, donde intentó fundar un falansterio, proyecto del cual no tenemos noticia. Lo que sí conocemos por las noticias de los periódicos es la actividad de la Sociedad de Artesanos de Chillán, fundada en 1866, de la cual fué fundador y vice-presidente, y que tuvo comienzos muy auspiciosos.39
Del resto de su vida es poco lo que sabemos. En 1869 se casó con la joven Clorinda Pardo, hija del Coronel Pardo, y se estableció definitivamente en Chillán. Al parecer la pareja no tuvo hijos.40 Hizo noticia nuevamente en 1883, cuando apareció anunciando la publicación de sus Grandes Tablas de Logaritmos a doce decimales, a ser publicadas en Francia, trabajo informado probablemente por Daniel Barros Grez y Francisco Vidal, y apoyado financieramente por el gobierno chileno bajo decreto del 26 de abril de 1883.41
Posteriormente viajó a Francia y se le pierde el rastro.42
Digamos, para cerrar esta última etapa de su vida, que a Picarte no le deben de haber sorprendido las dificultades que encontró para implementar sus proyectos sociales. Ya al comenzar su jornada había pronosticado:
``Si el pueblo llegara a comprender que una sola de estas asociaciones instituida en vista del interés general bastaría, donde se estableciera, para resolver el problema de la extinción del pauperismo, pronto [se] vendrían por tierra muy altos y arraigados elementos de aquella sociabilidad [que hoy criticamos] para dar paso a una nueva forma. Y acaso también los poderes tiránicos ven su propio interés vinculado en mantener ese caos de imprevisión, de miseria y ajiotaje''.43